
UNOS DÍAS EN SAREL COMPARTIENDO CON EL EJERCITO DE DEFENSA DE ISRAEL
Mientras que en mayo de 1948 se declaraba la Independencia de Israel, dando origen de manera casi inmediata la denominada Guerra de Liberación, conocida como Guerra de la Independencia, Costa Rica en ese mismo momento, se debatía en una Guerra Civil conocida dentro de la historiografía costarricense como la Guerra del 48, donde el Ejercito de Liberación Nacional estableció la Junta Fundadora de la Segunda República, la misma que en diciembre de ese mismo año decreto la Abolición del Ejercito en Costa Rica.

Nací en 1960 en Costa Rica, un país sin ejército desde 1948, aunque si con fuerzas policiales para garantizar el orden interno y el bienestar de los ciudadanos. Compartiendo en el Istmo Centroamericano con países con grandes conflictos bélicos internos, llevando nuestros conflictos a resolución de Cortes Internacionales, para mi al igual que a muchos Ticos, como se nos conoce internacionalmente, me era muy difícil, sino imposible tener una verdadera idea de lo que era un Ejército de Defensa. La oportunidad que tuve este mes de abril del 2018, de hacer un voluntariado en Sarel, me permitió de manera vivencial conocer y experimentar personalmente, compartiendo con el personal de Sarel, tanto con hombres como con mujeres, que me mostraron no solo lo administrativo y organizativo, sino también la parte humana del Ejercito.
Para mí fue una experiencia increíble, llena de oportunidades, de conocer y comprender la realidad, donde a pesar de que existen diferencias, también hay denominadores comunes que nos hacen actuar para defender los valores y principios de justicia y verdad, que todos tenemos en nuestro corazón. Quedé muy impresionado del amor por su patria que me mostraron, no solo en Sarel, sino lo vivido en los días posteriores al voluntariado, con motivo de la celebración del 70 aniversario de la Independencia de Israel.
En el voluntariado, realizamos un trabajo duro, cansado, pero lleno de satisfacciones, ahí aprendí que se es parte de algo grande, que requiere de que cada uno haga las cosas pequeñas que le tocan, para poder funcionar adecuadamente, pero que sobre todo y ante todo, está la identidad que tenemos como personas dentro del lugar donde nos identificamos-
Agradecido con esta oportunidad, donde me enseñaron, que no todo lo que se dice es verdad y que uno debe conocer personalmente las cosas para poder valorar, espero no sea la última vez de compartir nuevamente en Sarel
Gracias Daniela y Raquel que nos enseñaron la alegría de vivir, Rut y Alfredo por confiar en nosotros, a Pamela y a Sarel, por darnos la oportunidad de conocer el lado humano de su trabajo y a mis compañeros ticos que vivimos esta experiencia, que le gritamos al mundo que si se puede compartir en el amor y la amistad.
Rafael Retana
Costa Rica
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